Una familia saludable siempre tendrá la comunicación como uno de sus pilares principales. Conversar con nuestros hijos, independientemente de la etapa en la que se encuentren, tendrá increíbles resultados en ellos, tales como el desarrollo de habilidades sociales, obtención de herramientas para la resolución de conflictos, así como el fortalecimiento de la relación entre padres e hijos.
Comparto contigo una serie de consejos generales dados por psicólogos infantiles, útiles para mantener una conversación exitosa.
- No utilizar un tono despectivo.
- Evitar alzar la voz.
- No usar una actitud amenazante o tono de reproche.
- No hacer comparaciones, ser irónicos o sarcásticos.
- Hablar en positivo destacando lo que hace bien.
- No negar o minimizar sus sentimientos o emociones.
Hay que tener en cuenta que las conversaciones tienen que ser acordes a la edad del niño. Cuando son más pequeños hay que explicarles las cosas de una forma simplificada, sin ahondar mucho en la información. Debes ser conciso, que los conceptos sean claros, ya que cuanto más pequeño sea, menor es el tiempo de atención. Por este motivo hay que evitar las conversaciones largas, puesto que se harán confusas para ellos.
Otro punto importante es cómo abordar temas complicados (muerte, acoso escolar, racismo, etc.) Una forma adecuada es interesarse por qué conocen u opinan sobre el tema y, a partir de ahí, aclarar conceptos, ampliar sus conocimientos, darles acceso a información, etc. A medida que se hagan mayores, los padres pueden ampliar el abanico de cosas que les preocupan (sexo, abuso de alcohol o drogas, suicidio…) Tomado de la web https://clinicalevanterivas.com/la-importancia-de-los-dialogos-con-tus-hijos-segun-los-psicologos-para-ninos
Y si bien es cierto que hay recomendaciones generales aplicables a todos los hijos, sean hombres o mujeres, hay algunas específicas que son importante resaltar.
CONVERSACIONES CON MI HIJO
«El hombre es la clave para construir infraestructuras sociales fuertes y duraderas, familias estables, sociedades sanas y naciones seguras».
Myles Munroe
Puntos claves:
- Es una prioridad que el tema de la masculinidad se trabaje de manera responsable y con premura. La vida de un hombre comenzó en el vientre de una mujer. Las mujeres que somos madres levantamos a futuros jefes de familia y para ellos, la figura materna es algo muy importante. Por razones genéticamente obvias existen diferencias entre las niñas y los niños. Pero nosotras somos las que formamos hombres machistas. Defiende igual a tu hijo, no por su sexo, sino por su identidad. En este tiempo, defender la identidad sexual de nuestros hijos es de suma importancia.
- Respeta su individualidad. Los varones están enfocados en metas, objetivos y conquistas. Las niñas están diseñadas para manifestar sus emociones y el manejo de relaciones.
- Fomenta la conversación con preguntas como «Cuéntame qué ha sido lo mejor que te ha pasado esta semana» o «¿Qué es lo más desafiante que estás enfrentando?», y maneja con sabiduría tus reacciones cuando te cuente algo.
- Cuida los compromisos de palabra que hagas con él, para que sea una persona de palabra, que no se comprometa si no puede cumplir, porque muestra carácter cuando cumple sus promesas. Recalca la importancia de sus compromisos, la puntualidad y que escoja cuidadosamente sus palabras.
- Motívalo a expresar sus emociones y que tenga el permiso de llorar si es necesario.
- Ora con él, exprésale lo mucho que lo amas y lo orgullosa que estás de él. También hazle saber que aún hay áreas que debe mejorar, y provéele estrategias para lograrlo. Ora también por la mujer por quien estás preparando a tu hijo, teniendo presente que nadie tomará tu lugar y que tú eres parte de la formación de cómo tratar a las demás mujeres.
- Tu opinión es importante, pero debes tener cuidado con cuándo y cómo manejas esa información.
La buena influencia de los padres en sus hijos varones ayudará a que no solo él, sino sus hijos y esposas sean felices, fortalecerá lazos y mantendrá generaciones unidas. Sé más inteligente y ve un paso por delante resguardando el amor.
CONVERSACIONES CON MI HIJA
«Hija: quisiera poder evitarte el dolor del aprendizaje, pero sé que te privaría del placer de aprender. Quisiera evitarte el dolor de las primeras frustraciones amorosas, pero te privaría de la madurez que brinda el sufrimiento. Quisiera poder evitarte los obstáculos que sin duda surgirán, pero te privaría del orgullo de superarlos y, así, descubrir tu propio poder de mujer». Linda Waiss
«De todos los momentos inquietantes de la maternidad, pocos se comparan con escuchar tus propias palabras salir de la boca de tu hija». Victoria Secunda
Mi hija ha sido un regalo para mí, y sin duda, yo quiero darle los mejores regalos a ella. Y no hablo de lo material, aunque me hace sentir bien poder suplir sus necesidades y deseos. Hablo de aquellos regalos que van a seguir vivos, incluso cuando yo ya no lo esté. Pero para poder hacerlo, necesito primero amarme yo y amar a los que me rodean, para poder moldear un ejemplo que ella a su vez pueda moldear en sus hijos.
Soy consciente de que las mujeres tenemos algo especial que une los eslabones de la cadena generacional. Nosotras podemos unir o separar familias; por eso no me puedo permitir conflictos o divisiones que obstaculicen las bendiciones de mi hogar y el ejemplo que le doy.
Estos son mis consejos, mis regalos para ella:
- Hija, cuidar tu comportamiento no es una debilidad. Es ser amable, amigable y considerada contigo y con los demás. Emplea palabras amables y mantén el autocontrol, incluso cuando estás enojada. Cuida tu aseo personal, cuida tu salud física, mental y emocional. No olvides que si tienes a Dios en tu corazón, Dios es suficiente. No vivas adicta a la aprobación de las personas, porque serás siempre objeto de crítica por lo que haces o por lo que no haces.
- Ser madre es una experiencia increíblemente hermosa. Pero, si descubres que algún día no te convertirás en madre, persigue tus otros sueños con todo tu corazón y busca su voluntad para el camino en el que Él te ha puesto. Recuerda que no necesitas hacer para ser hija de Dios. Tú eres porque Dios te hace completa en Él.
- Nunca debes salir con un hombre con el que ya sabes que no debes casarte. Cada matrimonio comienza con una primera cita. Si sabes que él es una mala noticia, si sabes que eres incompatible, si sabes que él no es cristiano, no salgas con él. Una vez que te enamoras, es difícil ver claramente dónde se están cometiendo errores. Los amigos son una bendición en tu vida, pero no todas las relaciones son eternas, algunas solo duran una temporada. Agradece el tiempo que la persona está en tu vida y celebra su partida.
- No mires a un hombre, ni a mí, ni a ningún otro ser humano para darte una sensación de valía. Ya vales más que todas las fortunas del mundo, porque Dios te hizo y te ama. Si dependes de las personas para sentirte importante, te sentirás decepcionada.
- La vida es demasiado corta para usar zapatos que lastimen tus pies. No malgastes tu tiempo, tus relaciones y tu dinero, hija. Sé sabia y no pierdas el tiempo pensando en un pasado que no puedes cambiar y en un mañana que aún no ha llegado. Aprende a disfrutar el tiempo presente.
- Habrá cosas de tu cuerpo que no te gustarán durante toda tu vida. Trata de no obsesionarte con ellas. Solo recuerda que todos los demás están demasiado preocupados por sus propios cuerpos como para pensar mucho en el tuyo.
- Hija, ser feliz, es una decisión totalmente tuya. Sé feliz donde estás, tanto como puedas. No importa el coche que conduzcas ni en qué tipo de casa vivas. No importa el grado académico, ni un hombre, ni el dinero: nada de eso te hará feliz. Solo Dios hace que seamos felices. No te desenfoques.
- Llorar no es la forma más eficaz de transmitir tu punto de vista, pero si necesitas llorar, llora; no hay nada de malo en ello. Deja que las lágrimas fluyan y no te preocupes por lo que opine la gente.
- Prueba cosas nuevas con la mayor frecuencia posible, incluso si tienes miedo (y especialmente si puedes demostrarle a alguien que no lo tienes). Hoy vamos a comer un sabor de helado diferente, y la semana que viene intentaremos una comida distinta. Si no te gusta, está bien. Lo probaste, lo intentaste y no te gustó.
- Los hombres, hija, no son tu competencia. Ellos no son mejores ni peores que tú; solo son diferentes a ti. Aprende a celebrar los logros de los demás. Tú eres tu propia competencia.
- Dios te hizo quien eres con un propósito. Usará tus dones únicos. Sé agradecida, ámalo y confía en que Él te hará una mujer con un corazón como el suyo.