Todos definimos la palabra éxito de diferentes maneras. Para algunos, el éxito pueden
ser los resultados de sus logros; para otros, puede ser definido por lo hacen y para
otros, por lo que tienen. Lo importante de este concepto, es que cada uno tome un
tiempo para reevaluar el significado que tiene para sí mismo.

Veamos esta definición: “El término éxito proviene del latín exĭtus, que significa
«Salida», de ahí se determina que éxito se refiere al resultado final y satisfactorio de
una tarea. Si bien es cierto que el contexto del éxito se basa en el triunfo obtenido en
una circunstancia, no necesariamente tiene que ser absoluta. Se considera éxito una
acción a la que se le vio resultados positivos, mas no que sea una contienda que haya
superado las expectativas. El éxito se obtiene a partir de la buena gestión y
organización de las actividades a realizar, a fin que nos encontremos con los resultados
esperados o aproximados.” 1

Cuando pienso en lo que significa para mí, vienen a mi mente varias cosas y entre
ellas, lo importantes que han sido las relaciones interpersonales, que en el transcurso
de mi vida, han tenido una influencia muy acertada para mi éxito. Por esto, quiero darte
unos consejos, desde el corazón de una amiga, con el tema Relaciónate para el Éxito.
Estos consejos van dirigidos a las relaciones interpersonales, en general.

Primeramente perdona. Sí, perdona. Deja ir las relaciones pasadas que te hieren y
que no te dejarán florecer en las próximas relaciones que serán parte de tu proceso de
aprendizaje. Deja de torturarte y deja el drama por lo que pasó. Lo que pasó ya no lo
podemos cambiar. Te confieso que de los errores y de las malas relaciones, he
aprendido más que de mis éxitos. Así que, hoy doy gracias a Dios por todas las
relaciones que, de una manera u otra, me ayudaron a crecer.

Es importante clarificar que algunas personas llegan a tu vida para siempre y otras
llegan solo para una temporada. Tienes que aprender a discernir los tiempos y
temporadas de esa relación. El no tener esto claro podría lastimar tu autoestima,
porque hay personas que llegan a tu vida para recibir y otras para dar. Una vez se
completa su propósito, entiende que se completó. No te molestes con ellas, solo
agradece la temporada que estuvieron en tu vida y pasa la página. Nadie dijo que sería
fácil dejar ir a personas.

Ahora bien, si consigues una relación permanente, presérvala y respétala. Asume un
rol importante en la vida de otro. Sé de bendición para los que te necesitan. Conserva y
cultiva esas relaciones que aún permanecen en tu vida, contra viento y marea.
Debemos tener claro que todas las relaciones son importantes y necesarias,
independientemente del tiempo que esté vigente la relación. Algunas nos ayudarán a
nuestra siguiente promoción.

Segundo consejo: Ten expectativas correctas. Las relaciones son importantes y
necesarias, pero debes tener expectativas reales. Que una persona te hiera, no
significa que debas tomar la decisión de no relacionarte con esta; significa que
agradeces el aprendizaje y te preparas para lo próximo. Todos merecemos
oportunidades, porque ellas nos dan madurez y crecimiento.

Debemos aprender a no generalizar. La expresión: “todos son iguales”, no es justa
porque no todos lo somos. Tenemos diferencias. Por una persona y/o por un grupo de
personas, no deberías cerrar tu corazón a oportunidades que Dios ya tiene planificadas
para ti.

Tener expectativas reales de las personas nos ayuda en las relaciones. Si cierta
persona no tiene conocimiento en las finanzas, esto no significa que no me voy
relacionar con ella; sencillamente no le pediré consejo sobre el tema de las finanzas.
Uso esto como ejemplo, para explicar que debemos tener expectativas reales cuando
nos relacionamos con personas. Debemos ser cuidadosos a la hora de juzgar a alguien
y no menospreciar a una persona, no importando la edad. Seamos siempre amables
con todos y dispuestas a tratar a los demás con cortesía. Recibe a todos cada día con
un saludo cordial, con amor y una sonrisa espectacular. Ama aunque no se lo
merezcan. Dios te ama sin tú merecerlo.

Tercero, acepta que necesitas relacionarte. No pienses que no necesitas de nadie
para lograr tu éxito. Decir “yo no necesito a nadie “ o “yo nací sola” son expresiones
que, en honor a la verdad, florecen de un corazón herido. Todos, en algún momento,
hemos recibido una mano amiga y Dios las usa como medio para cumplir sus
propósitos y para desarrollar nuestro carácter y potencial.

No solo debes estar dispuesta y disponible para recibir, sino también para dar.
Dejemos las excusas, tales como: “si no me ayudan, yo no ayudo”, “si no me llaman, yo
no llamo”. Dejemos ese comportamiento y demostremos que tenemos identidad y
carácter. Un corazón sano y dispuesto a las relaciones, ofrece una amistad genuina y
con el buen deseo de nuestro corazón, a dar lo mejor de nosotros. Recuerda, no
podemos exigir lo que no damos, y de la misma forma que juzgamos seremos
juzgados.

El cuarto consejo de mi corazón de amiga, es que ames. Ama la vida, a la gente le
agrada las personas así. Preocúpate más en hacer que otros se sientan bien consigo
mismos, que hacerlos sentir bien contigo.

Haz un experimento y la próxima ocasión en que te encuentres con alguien por primera
vez, practica el juego de la primera impresión: Haz todo lo posible por dar una buena
imagen, apréndete su nombre, concéntrate en lo que le interesa, sé positiva, y sobre
todas las cosas, trátalo como una persona.

Comparte tus recursos con los demás. Busca la manera de añadir valor a la vida de,
por lo menos, cinco personas al año, porque consigues lo mejor de otros cuando das lo
mejor de ti. El amor es el ingrediente activo más importante en todas las relaciones
interpersonales. Ámate y ama la vida maravillosa que Dios te ha regalado, porque así
amarás a tu prójimo.

El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber relacionarte con las
personas. A la gente no le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto te interesas
por ellos. Trata a cada individuo individualmente y no a todos por igual. Las relaciones
interpersonales son una parte importante del éxito que quieres alcanzar.

Te animo a que salgas al encuentro de interesantes citas divinas y de hermosas
relaciones que siempre obran para bien.

Es el deseo de mi corazón que este artículo haya sido de tu interés y que a su vez, sea
una herramienta de mejoramiento personal a la hora de establecer relaciones.


¡Hasta la próxima, desde el corazón de una amiga!


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